martes, 5 de diciembre de 2017

EN LA RECTA FINAL DEL AÑO

Aunque desde la última publicación ha pasado bastante tiempo, eso no quiere decir que no hayan pasado muchas cosas y algunas de las que me gustaría dejar constancia.
Una de las importantes y agradables fué la visita a nuestra familia en Cataluña, concretamente a Sergio y Judit en La Múnia y a Cloti y Francis en Molins de Rey.
La verdad es que en principio me mostré reacio por distintos motivos y no las tenía todas conmigo, pero al final fué un finde para la posteridad.
Fuimos Diego y Encarni, Lucy y Angel, Isa y yo, Ana y Jose y Raquel y Luis.
El viernes después de la recogida en el aeropuerto, pasamos todo el día en Barcelona. El tiempo y la ciudad fantástico y cuando ya nos juntamos todos a mediodía fué genial.
Nos inhibimos totalmente del tema en cuestión y optamos por pasarlo bien y disfrutar. El día dejó momentos épicos, como el almuerzo en el mercado de la Boquería, los paseos por la Rambla donde alguno probó el suelo, las copas y el viaje a La Múnia a dormir, con la frase memorable de Diego que ha quedado para la posteridad.
La verdad es que tengo que dar gracias a Sergio y a Judit por como nos han recibido y nos han acogido y como han contribuido en todos los aspectos a que estuvieramos como en casa.
Sólo el punto negro: mi comadre tuvo un delicado accidente que le pudo pasar peor factura pero que aunque nos asustó bastante al final no le impidió pasarlo bien con todos, aunque tuvimos momentos delicados, sobre todo ella.
El sábado estuvimos todo el día en casa y fué espectacular: barbacoa, vino, cava, copas largas, cantes, bailes, chorradas y buen ambiente. No creo que nadie supiera el repertorio tan amplio que al final salió.
El domingo fuimos a desayunar a Calafell y aunque en principio había previsto un almuerzo fuera, decidimos hacer otra barbacoa para acabar con lo que sobró el día anterior.
Pero antes fuimos de visita turística a El Roc de S. Gayetá, que nos encantó y sorprendió sobremanera. Hace mucho tiempo que no veo un sitio tan bonito y tan cuidado y con una arquitectura tan cuidada y particular. De hecho he tomado nota para futuras construciones en mi nacimiento.
Después la despedida en el aeropuerto y la vuelta a Sevilla.
La verdad es que una vez pasado hubiera sido imperdonable no ir. (Mea culpa y como siempre le tengo que dar  la razón a mi esposa).
Chao.








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