domingo, 18 de marzo de 2018

NUESTRA SEMANA SANTA

Estamos a una semana exacta del Domigo de Ramos y si bien no me considero nada capillita, por supuesto me gusta desde siempre y defiendo nuestras cosas, entre ellas la Semana Santa y lo que significa para una ciudad como Sevilla. Esto, como todo lo que escribo en mi blog, es mi opinión particular, mía propia y sólo mía y por lo tanto no tiene que ser compartida por nadie más.
Existe un plan orquestado y perfectamente definido para acabar con la Semana Santa.
Así es como lo siento y me intentaré explicar. Estamos viviendo una situacion que va in crescendo, con la aquiescencia y la connivencia de muchos, la indiferencia de otros y la ingenuidad de muchos más.
La aquiescencia de los que no soportan que exista gente que crea en Dios y lo manifieste, especialmente si son cristianos católicos y en España y en Sevilla. La connivencia porque no sólo están de acuerdo, sino que además permiten y alientan cualquier tipo de acto que desprecie y denigre a todo lo que tenga que ver con la religión cristiana y fundamentalmente católica. Y además son cobardes, porque no tienen lo que hay que tener para criticar ni condenar estos ataques diarios que no se dan contra otras religiones ni creencias. De estos tenemos muchos, en el Ayuntamiento, en la prensa, en la empresa sevillana, en los barrios, en las calles...
La indiferencia de los que viendo lo que pasa, no va con ellos, ellos ni salen en ninguna cofradía ni quieren tener nada que ver con esto. Pero olvidan una cosa. Al margen de que en nuestro escudo figura la "Mariana Ciudad de Sevilla", todo esto es parte de nuestra cultura y de nuestra herencia de siglos y siglos. Ojo, no hay que ser cristiano ni católico ni capillita por herencia, puesto que es algo que cualquiera puede romper en cualquier momento de su vida y por decisión propia. Pero el arte en toda sus manifestaciones que rodea a las cofradías y las Hermandades, los trabajos y oficios milenarios algunos y que perviven gracias a esto, la cocina tradicional, la moda, la música, etc... Todo esto es nuestra cultura. Y si bien considero perfectamente respetable a quién en esas fechas se vaya a la playa a disfrutar de sus vacaciones, no puede dejar que todo lo demás desaparezca. También es parte de Sevilla y si no lo respeta y hace por mantenerlo, no se puede sentir sevillano. Hay cantidad.
Y la "ingenuidad" y la ñoñería a partes iguales. Ingenuidad de los que creen que no pasa nada, que son cosas coyunturales, que ya se arreglará... Aquí, y entrecomillado, las autoridades que dicen que no hay nada orquestado y que todo es fruto de la ansiedad y de la psicosis de la masa. Y de los que se lo creen, vamos. Y la ñoñería de los que van y se refugian delante de una imagen o de una parla erudita y satisfechos de sí mismos, a otra cosa mariposa. Y de estos, también hay tela.
¿Y lo del plan orquestado?
Si, lo hay. Y orquestado por esta nueva hornada, que al amparo de la situación que todos sufrimos desde hace años, van contra todo y contra todos. Y los desprecian, sin ver que son tan listos como los demás. Y que tienen un plan preconcebido para que la Semana Santa desaparezca como tal, empezando por pequeñas cosas como por ejemplo vamos a liar una tangana a ver que pasa. Con la repercusión de los medios de comunicación, ahora vamos a organizarla más gorda que con la aquiescencia, la connivencia, la indiferencia, la ñoñería, la ingenuidad y la estupidez colectiva ya tenemos medio partido ganado. Y al final van ganando. Me lo pinten como  lo pinten. Luego sigo, que si algo tengo, es que condensar mis pensamientos en la palabra no es lo mío.

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