martes, 14 de abril de 2020

UN MES Y UN DIA


Buenas tardes. Hoy hace un mes y un día que estamos confinados. La verdad es que creo que todos debemos hacer una profunda reflexión de lo que nos ha pasado, cómo ha pasado y que parece que va a pasar.
                Lo que ha pasado, lamentablemente, que en esta España del siglo XXI y cuarto casi, moderna, progresista, súper democrática, y todas esas cosas, hay ya más de 18.000 personas que han fallecido. Increíble. El 11 M murieron en Madrid casi 200 personas y fue una tragedia.  El 11 S en Nueva York, murieron más de 2.000 personas y fue una tragedia. ETA ha asesinado en España a más de 2.000 personas y entre otras cosas es otra tragedia. Lo del COVID 19 en España, no es una tragedia, es un castigo bíblico. La tasa de fallecidos es del 10% de los casos contagiados positivos. Uno de cada diez. Sin contar las personas que han muerto en las residencias de ancianos y no están contadas en muchos casos. Aunque, claro, como los positivos son sólo aquellos que se le hace el test, los que no se le han hecho y lo han pasado en casa no se cuentan. Yo digo que más de 6 millones de personas en España, y creo que al final se sabrá. Y espero que este dato no sea usado por ninguna basura política para bajar la tasa de mortalidad.
Lo que ha pasado, es que hemos tenido la constatación de lo que muchos ya denunciamos desde siempre: tenemos a unos inútiles de políticos, que sólo están para vivir como los nuevos ricos, la nueva nobleza y al que el resto del mundo le importa un carajo. Un mundo de mierda y miseria moral que se retroalimenta por sí mismo para justificar y justificarse por su existencia. Que, para tomar decisiones, gestionar, en definitiva, gobernar, hay que estar preparados, tener conciencia y sobre todo saber y tener claro para que estás ahí. Por eso toda esta chusma debe desaparecer de la faz de la Tierra con el rabo entre las piernas y que no se les vuelva a ver nunca su puta cara.
Lo que ha pasado es que somos la gente normal y corriente los que al final salvamos esto, muriendo como siempre, trabajando hasta la extenuación, sin medios, sin incentivos, sin saberse respaldados por arriba en la mayoría de los casos, sólo por vergüenza torera, por competencia y capacitación a costa de nuestro esfuerzo, por voluntad propia, por echarle cojones a la vida cuando ya no se puede hacer otra cosa, por admitir la derrota del confinamiento y aceptarla y llevarla adelante con una disposición y una voluntad titánica. Lo que ha pasado es que los sanitarios, los transportistas, los cuidadores, los dependientes, los repartidores, los de la radio, los policías, los militares, los farmacéuticos y la inmensa mayoría de la gente han sacado todo lo bueno que tiene y que es mucho, para vergüenza y escarnio de las inmundicias políticas y de los que hablan con la voz de su amo y que presumían de tenerlo todo controlado.
Lo que ha pasado es que también está la otra cara de la moneda, somos españoles, todavía hoy hay muchísima gente que baja a comprar sin guantes, sin mascarillas, se pasa por el arco del triunfo el confinamiento, las normas y hace lo que le parece. Serán hijos de puta. Y encima te miran altaneros si tu sólo bajas a por pan o a ver si tus padres necesitan algo para que ellos no bajen.
¿cómo ha pasado? Pues ha pasado. ¿Cómo frenas una inundación teniendo sólo una ramita? Porque es lo que hemos tenido: falta de previsión, poca visión de futuro, poca capacidad, desinformación, mentiras, improvisación, descoordinación, inoperancia, y mucha mala leche y mucha bajeza moral. Porque hay que ser muy hijo de puta para convocar y alentar la asistencia a manifestaciones, sabiendo lo que tenemos y llevando a tu madre, a tu mujer, a tu pareja, viendo lo que hay en Italia y condenando a muerte a muchas personas. O convocar mítines o a todas estas cosas que llevamos viendo desde enero. ¿Qué cómo ha pasado? Pues porque esto es España.
Lo que parece que va a pasar, creo que ni el más pesimista lo ve claro. ¿Cómo haces que empiecen a trabajar algunos, sin que haya pruebas en muchísimos sitios para ver si están contagiados o no, improvisando según te venga en gana y en los sitios que te venga en gana? ¿cómo hay en una obra almorzando siete personas sin ninguna protección y sin saber si sí o si no? Si me preguntas a mí, diría que, dentro de tres semanas, otro repunte de infecciones.
El resto de lo que va a pasar, pues está claro. Quién no quiera verlo es porque es muy torpe o muy miserable. Yo ya estoy muerto y por eso lo distingo con claridad. Lo que no sé si cuando en el mes de agosto sin turistas, sin trabajo, con 6 millones de parados, sin autónomos, sin dinero, sin playa, sin vacaciones, la gente empezará a darse cuenta de lo que se nos ha venido encima.
Me parece a mí que este blog va a estar hablando del virus y sus efectos durante un rato muy largo.
Lo que desde luego no voy a consentir, ni voy a ser cómplice, es a caer en el olvido de todas las cosas que esta gentuza ha hecho, está haciendo y va a hacer. No pienso callarme ni una, ni por supuesto permitir que se mire para otro lado o se mienta. Porque eso es lo que los putos políticos están empezando a hacer ya y algunos no han dejado de hacerlo.
En fin…

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