Hola. Ayer no estaba de humor para escribir, además
estuve enfrascado en el desmenuzamiento del decreto de impacto económico, sobre
todo por lo que afecta a los autónomos. Nada. Más de lo mismo. No tiene por dónde
cogerse. Me temo que los autónomos estamos muertos y los que dependan de
nosotros también. Y haces un “pleno” del Congreso a petición propia pa decirte
a ti mismo lo bueno que eres y lo bien que lo haces. Malas puñalás te dieran…
Hoy el parte es
sangrante. Más de 17.000 personas infectadas y más de 700 personas fallecidas.
Todos dramas íntimos y personales, que, aunque les importe un pepino
seguramente, les doy mi más sincero apoyo y decirle que estoy con ellos. Mañana
puedo ser yo. Puede ser cualquiera.
Llevamos 6 días solamente
contando el fin de semana, cuatro desde la publicación del decreto con el
estado de alarma y esto es sólo el comienzo. Lo siento, pero soy profundamente
pesimista en este aspecto. No por los profesionales de la sanidad, que darán
todo lo que tienen, ni por la policía, guardia civil, la UME, el ejército, los
panaderos, las farmacias ni por las personas. Soy pesimista porque no confío en
lo más mínimo en los inútiles que tienen que tomar decisiones. En los ineptos
que nos dirigen, o que aparentan dirigirnos. Vaya una panda de impresentables,
cutres, torpes a los que les estamos pagando un pastón.
Es la hora del
aplauso. Yo no aplaudo con las manos, pero a los que va dirigido, es decir a los
profesionales y trabajadores de la sanidad pública y privada, a los conductores
de ambulancias, celadores, enfermeras, a los empleados de los hospitales y
centros de salud, a los cocineros, a las auxiliares, a los médicos y médicas, me
partiría las manos.
Pero, ay, ya
están los profesionales de la manipulación haciendo su trabajo. Ya politizando
lo que es, o debería ser un impulso colectivo y solidario. Sinvergüenza, que
tienes a medio partido colocado, en las instituciones, en el Parlamento
Andaluz, en el Congreso, en el Gobierno. Por qué no aplaudes que estemos en
España, en vez de vuestra adorada Venezuela, o Bolivia, o Irán, porque aquí los
médicos tratan a vuestras princesas y podéis despotricar desde vuestros
palacios, con vuestros sueldazos y vuestros privilegios, como a vosotros os
gusta. Anda y vete a hacer puñetas. Y el jefe de la banda, se salta la
cuarentena cuando le sale de los huevos, porque pa eso es vicepresidente. Con dos
cojones. Y el Emperador callao como una puerta.
Hablando con un
amigo, funcionario de prisiones: genial el ministro del ramo. Comiéndole la boca
a los presos, a nosotros, los trabajadores y funcionarios, que nos vayan dando.
Porque esto es otra bomba a punto de estallar. Sin visitas, sin trapicheo, sin
costo, cuando estalle, nos lo comemos con papas.
Por lo demás,
ahora voy a tocar un poco la guitarra con mis hijos, además como es mi santo,
me voy a tomar una cervecita, aunque esté empastillado. A toma por culo. Y mañana
será otro día.
Felicidades a los
pepes y las pepas.
En fin…
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