domingo, 22 de marzo de 2020

DIA 9


Buenos días. Si, día 9 de confinamiento. Estos días en casa muy pocas cosas reseñables. Continuamos en casa, sin salir excepto para aquellas cosas imprescindibles. Después de escuchar el viernes; aunque ya venimos prestándole atención fundamentalmente a las opiniones de los médicos que vimos desde el principio, hace ya un mes en Cuarto Milenio y que al fin y a la postre son los que más claro han hablado y con más razón; al Dr. Candel, lo tenemos ya hiper claro.
                A ver, el tío tiene pinta de chalao y el premio Nobel de narrativa no se lo van a dar, pero claro habla tela. Y si en temas médicos me tengo que remitir a lo que dicen los médicos, en lo demás que le he escuchado coincido plenamente con él y así lo he expresado con anterioridad. Por eso, en casa endurecemos más nuestro confinamiento: sólo sale la misma persona para comprar, mi mujer, hemos convertido la entrada en una esclusa, con la puerta de entrada a la casa y la de entrada al salón, la ropa de salir a la calle y los zapatos de salir ahí y se limpia todo antes de entrar en casa. Y si alguno tiene que salir a la farmacia, o al estanco o a comprar: mascarilla, guantes y el mismo protocolo. Por cierto, que es de vergüenza que no haya mascarillas por ningún lao, por eso mi mujer que es una máquina ha empezado a hacerlas ella.
                Porque hoy ya sale en las noticias que van a prorrogar el estado de alarma. ¿alguien lo dudaba? En casa ya estamos concienciados que al menos hasta mayo no se levanta. ¿Qué no? Ya veremos.
                De vergüenza la aparición del Ínclito Emperador para darse el autobombo que a él le gusta. No preocuparse españoles, que aquí estoy yo para salvaros. Vete con totus. Cuando esto pase, si es que pasa y lo contamos, a ver de todas estas cosas que escuchamos y recibimos y que se demuestren que no sean mentira, a ver digo, cuantas se van a denunciar y a cuantos se van a denunciar. Porque me temo que lo siguiente será volver a votar a estos putos políticos sin vergüenza, en vez de mandarlos a la mierda a todos.
                Y de vergüenza también lo del viernes y ayer por la mañana en media España: vámonos de fin de semana. Hijos de puta, todavía no se han enterado. A ver si se decreta de una puta vez la inmovilidad total con pena de fusilamiento inmediato, si no, no nos enteramos.
Por mi parte ánimo a todos, en mi opinión ahora llega lo peor, porque la rutina conduce al descuido y es ahora cuando menos nos debemos descuidar, ahora que cada vez se hace más pesado el estar confinado y cada vez más fuerte la tentación de salir como sea. Repito la consigna: a nuestros abuelos los mandaban a la guerra a matar o morir. A nosotros nos mandan a quedarnos en casa para ganar la guerra. A ver si somos capaces.
En fin…

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